Si bien no existe una respuesta categórica a la pregunta de qué motiva a las personas a hacer lo que hacen y lograr lo que logran, el autor cree que la elección del ambiente que nos rodea es lo que nos mueve.

Algunas personas hacen esta elección conscientemente, pero la mayoría lo hace inconscientemente debido a su acondicionamiento ambiental. El autor menciona las estadísticas que indican que, de cada cien hombres de veinticinco años de edad, solo uno se encuentra en una buena situación financiera después de cuarenta años, mientras que cincuenta y cuatro están en la pobreza. El autor se pregunta por qué solo cinco de cada cien hombres logran la independencia financiera.

El autor sugiere que la motivación está íntimamente ligada al ambiente. Nuestra reacción al ambiente es la tendencia a actuar, pensar y hablar como las personas que nos rodean. Si el 95% de las personas estuviera compuesto por personas exitosas, las probabilidades estarían a su favor y no sería tan importante elegir el ambiente. Sin embargo, esto no es así en la realidad.

El autor señala que, si un individuo no elige su entorno por propia voluntad, las probabilidades son de 95 contra 5 de que él y sus hijos no puedan vivir en un entorno que ofrezca el máximo éxito y disfrute de la vida. En este caso, el hombre común y corriente, es decir, el hombre promedio, hace lo que los demás le dicen que haga hasta los 25 años, y después sigue en el mismo entorno sin elegirlo.

En conclusión, el mensaje principal de este artículo es que es más fácil triunfar si elegimos conscientemente el entorno en el que vivimos y rodeamos a nosotros y a nuestros hijos con personas exitosas. De esta manera, tendremos más probabilidades de alcanzar el éxito y disfrutar de la vida al máximo.